sábado, 7 de abril de 2018

Parodia de Pulgarcito

Pulgarcito el gigante

Había una vez un matrimonio que no podía tener hijos y le rogaron a Dios: "Danos un hijo para alegrar nuestro hogar, aunque más no sea, del tamaño de un pulgar".

Al poco tiempo se les cumplió su deseo y tuvieron un bebé al que llamaron Pulgarcito.

A medida que iban pasando los meses, notaron que su hijo crecía y crecía sin parar y se dieron cuenta de que el deseo se les había cumplido de forma inversa. "¿Qué haremos ahora? ¡Nuestro hijo Pulgarcito se está volviendo anormalmente grande!", dijo la mamá a su esposo.
"Mujer, no te preocupes, ya encontraremos alguna solución", dijo con seguridad el padre.

A los seis años, Pulgarcito se había convertido en un gigante. La despensa de su hogar no era suficiente para satisfacer su apetito voraz y pasaba el día recorriendo el pueblo para robar gallinas, patos y cualquier animal comestible.

Los vecinos, indignados, querían echarlos del pueblo. Entonces, la madre de Pulgarcito tuvo una brillante idea: "¡Voy a hablar con el dueño del circo Marisco que llega mañana al pueblo y les voy a pedir trabajo para Pulgarcito!", dijo la madre a su esposo. "¡Todos los circos tienen enanos, este será el único que tendrá un gigante y estoy segura de que será todo un éxito!", exclamó.

Y así fue como Pulgarcito y su familia recorrieron el mundo junto al circo y tuvieron una vida feliz y tranquila.